Mañana por la tarde ponemos en marcha por primera vez el proyecto PIMEX. Se trata de un plan de intervención con menores expulsados o sancionados de alguna forma por su centro escolar, basado en la educación emocional y en la dotación de herramientas sociales.
La adolescencia es una etapa difícil, en la que el menor busca definir su personalidad, encontrar su lugar en el mundo. Pero en ocasiones la búsqueda de esta identidad se realiza por vías que no son las más adecuadas. Problemas de autoestima, falta de habilidades sociales, dificultades para expresar y controlar las emociones de una manera adecuada, rechazo de las figuras de autoridad, falta de motivación, etc. Son algunas de las dificultades con las que vive un adolescente y que pueden estar detrás de comportamientos disruptivos en el centro educativo.
Ante un alumno conflictivo, la ley educativa prevé que se pueda expulsar a un alumno/a en la etapa obligatoria, pero no va más allá. Con el tiempo, se ha visto que la expulsión del centro educativo actúa como un “parche” para un problema inmediato. Además, puede suponer un aumento de otras conductas de riesgo entre los menores sancionados: consumo de drogas, vandalismo, violencia, etc.
No existe ninguna asignatura actualmente en la educación obligatoria que trabaje contenidos emocionales de manera equiparable a asignaturas como Lengua y Literatura, Matemáticas o Ciencias. Esto nos serviría para educar de forma integral a nuestros jóvenes y, en consecuencia, para prevenir dificultades y conflictos en el futuro.
Existen numerosos programas en el ámbito estatal con un carácter preventivo y/o rehabilitador, que trabajan con menores de centros educativos para mejorar la convivencia escolar. Sin embargo, no hay muchos programas implantados en España que realicen una intervención con menores expulsados o sancionados. La filosofía de trabajo con los adolescentes no debe ser punitiva, sino rehabilitadora: trato humano, confianza, trabajo, aprendizaje, socialización. Es necesario un espacio dónde se adquieran herramientas (educación emocional, regulación afectiva y personal, transmitir valores positivos, escucha activa, desarrollo de la empatía, sentido de la responsabilidad, gestionar el enfado, cooperación para la resolución de problemas…).
Ante la falta de un recurso de similares características en la ciudad de Zaragoza y nuestra experiencia en el trabajo con adolescentes, desde Espacio Mente y Salud planteamos el Proyecto PIMEX: Plan de Intervención con Menores Expulsados, ofreciendo una intervención específica, basada en la educación emocional y en la dotación de herramientas sociales que permita a los adolescentes responder de maneras alternativas en sus conflictos cotidianos. Y la primera experiencia de este Plan de Intervención con Menores Expulsados va a ser en el IES Pablo Gargallo de Zaragoza con un grupo de alumnos que han sido sancionados en los meses anteriores.
¡Os contaremos la experiencia! Y si trabajas en un centro educativo y estás interesado/a en implantar nuestro proyecto en tu centro durante el próximo curso, puedes ponerte en contacto con nosotras en info@espaciomenteysalud.es.